PARA QUE TU ME ENCUENTRES


Por que se que me buscas en brújulas perdidas
y tus ansias se hielan buscando amaneceres,
mis noches fueron tuyas, fueron tibios los placeres.

No me busques en lugares escondidos, ni en rastrojos
donde el viento regresa arrepentido,
ni en silencios ni en olvidos,

no me busques en pasillos largos ni en rojos de sangre
mirando hacia la nada.

Búscame en las notas bellas de una canción que compartimos
así no habrá silencios, solo ruidos.
Y entonces los arpegios retumbarán tu alma
notándome presente, sin haberme ido.

Ya no hacen falta las velas ni el fuego ni las llamas
para buscarme en oscuros rincones donde tu voz no llega,
Búscame en el fondo de tu alma y así verás brillar muchas estrellas.

Ya no hace falta que tu voz se calle ahogando las palabras
buscándome en desiertos o en los mares
no creas que tu voz no me alcanza o que te sientes muda
tu voz esta en mi alma como una canción que siempre arrulla.

Tu sabes donde estoy por que me buscas?
si soy parte de ti y de tu cielo
soy parte de tu alma, de tu piel y tu consuelo.

Búscame en tus labios desesperadamente en tu voz en tu sonrisa
y en esa canción que con arpegios muy suavemente nos la trae la brisa.

Así que no habrá lágrimas, ni ausencias, ni rojos violentos
porque cambiaste la pintura,
porque cerré mis ojos para imaginar los tuyos
abiertos al mundo que nos mira,
y miraré en los tus tuyos, el alma y el paisaje
que el mundo te dejó para mis ojos.
Recibe un beso en tu alma.

PARA QUE NO TE VAYAS


Llegaré a ese lugar antes que te vayas
Y recogeré el latido de tu corazón a través de tu mirada.

Recogeré en tu piel aún salobre las ansias bañadas por estrellas llenándome de luz hasta que pueda..

Antes que te vayas escribiré en tu piel las ansias de mis dedos
De mis noches sin ti, de los silencios y mis miedos;
de las cosas que dije entre dormido con la ausencia cargada de esperanzas.

Te dejaré marcadas las caricias soñadas entre lunas
cuando mis labios besaban las almohadas,
te dejaré marcadas las pasiones y ternuras
mientras soñaba tu cuerpo siempre a oscuras.

No dejaré que te vayas sin mis besos,
que se humedezcan también tus pensamientos
Con el abrazo reprimido que llevo en tanto tiempo.

Antes que te vayas robaré con mis manos tus caderas
Y me llenare de aromas con el roce sutil del vientre tuyo
Me quedaré con tu sonrisa y tus espasmos que en la brisa
cantarán como un arrullo.

Ya no habrá mas esperas porque todo, todo será mío.
Tus ansias, tus quejidos, tus labios, tus latidos,
Tu pensar jugando entre mis sienes ,
Tu voz confundida con mi aliento,
Tus manos enredadas con mis manos
Y tu alma no será tu alma, será mi pensamiento.

Recibe un beso en tu alma.

SIEMPRE SERA LA AURORA


Siempre será la aurora testigo de noches insepultas,
de palabras que pasan al olvido,
de prisiones en pechos compungidos y de almas buenas cuando el día repunta.

La aurora también limpia oscuros sentimientos, sacude el polvo de palabras vanas,
de las cosas que fueron como un cuento y el agrio amor con que se ama.

La aurora arroja al viento secretos nocturnales,
de pasiones, de silencios y dolores,
de palabras que fueron en la noche tópicos de amor y de clamores.

Siempre será la aurora la dulce espina que hace sangrar la dulce herida,
la que lleva el sabor de un tierno roce y el dulce amor de mirar como me miras.

Será la aurora la que siembre el paisaje de amor en tus pupilas,
en las ansias benditas de unas bocas y el dulce mal de tus heridas.

Recibe un beso en tu alma.

Como si hubiese muerto

Las calles están solas, todas las puertas cerradas y el viento sopla fuerte silbando en los cristales. Parece que no hay nadie, la noche llega y en la tarde casi oscura,
mis pasos se apresuran buscando algún refugio en tantas soledades.
No hay luces en las casas, no hay luces en la calle, no hay ruidos, no hay llantos, la ciudad quedó oscura y callada.
El viento cesó y comenzó el silencio, un silencio plano y afónico como en el mundo de los muertos.

Es tarde, estoy cansado, y sin embargo el sueño no llega.
Estoy en una plaza con plantas y con flores, sin viento sin ruidos, sin olores.
El cielo oscuro no deja ver estrellas y siento que mi alma se ha quedado sola;
Por que! por que te fuiste sin decirme nada? sin dejar que te viese, sin verme en tu mirada?

Sin ti no puedo proseguir, todo se nubla y todo es nada. No brillan las estrellas, no hay fuentes ni riachuelos, ni voces en el puente, ni luces en las casas, ni flores con olores.
Todo está opaco, siniestro , sumergido; Y como tu no estás, yo seguiré viviendo en este olvido.

Besos para tu alma.

ALMA DE TI Y DE LOS OTROS.

Soy eterea, callada y escondida
soy un cofre que alberga noche y día,
soy tu almohada, tus nocturnos y tus algarabías.

Voy contigo de la mano por caminos de flores y de espinas
por los caminos del llanto, de la risa y el quebranto,
Soy un suspiro en la brisa de amaneceres radiantes y
Soy ruda, amarga y estresante, melancolica, pensante.

Soy un río para que tú me navegues con tus velas y tus ansias
con tu fuerza, tu coraje y tu costancia; soy esponja de amores y dolores
cuando buscas horizontes, cuando buscas ternura o escuchas cantos de silsontes.

Soy viajera, sedienta de raíces.
soy éfimera y quimera, soy nostalgia que cura cicatrices,
Soy arena de mar en sal disuelta
soy historia de huracanes, de vientos y de brisas, de perfumes que fueron en la siesta
y perfumes que arrancan tu sorisa.

Soy pañuelo para enjugar tus lágrimas
Soy confusa, me empaño y me estravío escuchando de ti los sueños rotos...
Soy el Alma....de ti y de los otros.
Os devuelvo los besos

ALGO DE ESTRÉS O DE CANSANCIO.

Es tarde y tengo sueño, en mi alma hay un abismo.
Estoy rodeado de sombras que parecen rostros.
En la ventana se oyen ruidos, como crujidos de papel,
No sé... quizá sea el viento.

La vida que siempre está expuesta a luz y sombra
También se expone a la congoja y a la muerte.
.
Y el orbe... el orbe está indecente, la capital enloquecida.

No sabemos si la culpa es de la luz o de la sombra
Es como si alcanzáramos un tiempo indebido.
La poesía se aleja... se desorbitan los ojos tornándose las manos temblorosas.
Mañana los caminos tendrán polvo y trazaré mis huellas en la huida, de un día de desdichas y cansancio.

QUIERO QUE SEPAS PEQUEÑA

A REBECA

Quiero que sepas pequeña lo que quizás algún día,
te contaron de otra forma sin saber que no entendías.

Vas a saber lo que quiero,
que soy poeta y me muero por enseñarte en la vida,

y hasta el por que de la luz que a lo lejos da el lucero,
y hasta por que me desvivo cuando andaregueando el monte,
busco calmarme la sed con agua de tinajero.

Sabrás también hija mía, lo bello que es el amor,
el amor sincero y dado, sin que lo abrase el pecado
ni lo atormente el rencor.

Sabrás por que en los caminos se encuentran piedras tan grandes,
que al tropiezo nos dan sangre y nos enseñan mejor.

Sabrás que somos amigos, y que entre tu vida y yo,
sólo existe un breve espacio del tamaño de una flor.

Grande sería mi pecado si me callara en tu voz,
si me cruzara de brazos para verte caminar,
si por caminos tortuosos te dejara despeñar.

Eres cual polen de flores que en el aire se remonta,
y al soplo de alientos vas encausando tu camino,
Sabrás también que el timón que de tu mano voltea,
tiene huellas de tu padre y los versos de un amigo.

Sabrás también hija mía que una lágrima conmueve,
Que una risa al aire estalla y una tristeza nos cala,
y que es bonito y sabroso cobijarnos cuando llueve.

Sabrás de grande que un hijo deja por dentro la huella,
que forma savia en el tallo y que su luz es de estrella.

Que cuando llantos escuchen pensarás que son sus llantos,
Buscarás cosas de estuche y recurrirás al canto;
Será tu vida, claro!! Lo amarás tanto.

Temblarás hija mía, cuando al parecer sobre una ola,
una cabeza pequeña a lo lejos se hunde sola.
Y en el trapecio de un parque se le deslice la mano,
o en la rodilla sangrienta verás que se forma el grano.

Sabrás también hija mía lo lindo de las palabras,
las palabras sin castigo que en la niñez recibiste,
Sabrás lo lindo que es ver al pájaro que en la mano,
en confianza come alpiste.

RECUERDOS DE MI INFANCIA

En el aire se conjuga el color y olor de la mañana, y un jardín nos deleita bajo la sombra de las


nubes.
Allí despierta la casa en el frescor del día, con ajetreos y cantos, y también con mil quietudes.

Era un despertar de alegre campo con la brisa tornando en las ventanas, con el agua corriendo entre las piedras en el torrente suave de quebradas.

Con los pájaros saltando de sus nidos y los peones marchando a sus quehaceres, con la luz de aquel sol desprevenido sobre la espalda y manos de hombres y deberes.


Recuerdo el patio de mi infancia con jazmines, muy cerca del camino donde mi abuelo llegaba con su caballo y enjalme, con sudor de los trajines.

A mi madre caminando en la sombra y corredores, con mi fresca inocencia de las noches y sus terribles momentos sin amores.

Era una casa de aleros, de empedrados, de ladrillos, de oscuridad y de miedos. Con canto y grillos siniestros, con estrellas y luceros.

Era de paz, de angustia, de tormentos; y de silencios que tibios se transformaron en miedos.

Una casa solariega en un cruzar de caminos, donde había huertas y frutos, muchos frutos de lechosas, naranjos y mandarinos.
Un potreo y muchas vacas, caminos de vecindad, caminos de gente alegre que bajan para comprar.
Los domingos era fiesta. Toda la gente bajaba,
y se llenaba el camino y se llenaba el corral, y se llenaba de cestas los corredores y el patio, y los perfumes molestos se esparcían por el lugar.

Todos marchaban a misa, y en la casa, soledad.
Y un silencio con la espera se mitigaba en la brisa, cuando de pronto un murmullo a la hora y en la mesa se aprestaban a almorzar.

Luego partían con aperos, con canastas y sombreros,
serpenteaban el camino que bordeaba la quebrada con sus sobrillas de trapo, con caballos y talegos. Con su adiós de vuelvo pronto, con su adiós de un hasta luego.

Recuerdo siempre las noches cuando los grillos cantaban entretejiendo un quejido que prolongaba el silencio, un silencio que arañaba, que entrecortaba el suspiro y el pensamiento cortaba


A la mañana siguiente el aire se juntaba con el sol y con las sombras, con ajetreos y quietudes, con el agua corriendo entre las piedras, con los pájaros saltando de sus nidos, con los hombres marchando a sus quehaceres bajo la luz de aquel sol desprevenido.

BUSCANDONOS

En la tarde casi oscura te vi fluir casi desnuda
por los abismos de todo un infinito.

Porque se que me buscas perdido entre la gente,
levantaré mis brazos para que no me pierdas en silencios.

Y te encontraré en las calles dibujadas de mi mente
mirándote venir desde el ocaso

Aquí en mis pensamientos guardaronse tus huellas.
Aquí mi pensamiento cubierto está de ti,
y mi alma está surcada de paz y sin querellas
de no olvidarte nunca porque estás en mi.

Seré la estrella surgida de cenizas
besadas por el canto de peces en el mar
y emergeré al espacio para alumbrar tus noches,
noches de plenilunio,
y de aguas llenas deseándote encontrar.


Y buscaré tus pasos en los caminos de piedra
bañados cual alfombra en hojas del otoño
y encontraré en tus brazos gemidos y susurros
de rojos pasionales.

De tu piel húmeda absorberé deseos regados por la luna
para quedarme siempre en tu mirada
antes que el diluvio convierta el amor en marejada.

Recibe un beso en tu alma.

ASI TE QUIERO AMAR

.
Señor, Dios del universo, tu sabes cuanto te amo y como en ti pienso.

No quiero emular a los que hablan en tu nombre, solo quiero entenderte con mis versos.

Y a través de los bosques que silentes nos dan sombra, de las aguas sonoras del mar, y la espuma entre piedras de ríos cantarines, así te quiero amar.

Y amaré tu silencio de los cielos
de las noches de estrellas del desierto,
en las cosas que dices cuando amas, y en el lenguaje mudo de los muertos.

Y amaré mi señor todo tu mundo impregnado de luz resplandeciente,
Con tu idioma de flores y de piedras en riachuelos que pasan bajo el puente.

Tu lenguaje es muy simple y muy risueño.
Te comprendo señor en la hermosura,
En las almas que acogen tus preceptos y en el alma del hombre con sus sueños.

Gerardo Omaña Márquez

DIVAGACIONES

Cuando solo en mi ventana desplegando lugares tan ignotos
mi alma se confunde, se empaña y se extravía...
y en la brisa del retorno con las alas cansadas todavía,
siento la plenitud de haber vivido todo...hasta mis sueños rotos.

Tu musa apareció volando inquieta y bailarina
y bailaron tus palabras brillosas y celestes despertando mi musas cantarinas.
Y así despertará por siempre en tus balcones
amando como amas sin razones y dejando tu luz que así nos brilla.

Cuando rebelde estés sobre mi alma
y no adornes para siempre en mis pupilas ,
aún cuando te escondas serás mi eterna calma- poesía,
con tus secretos de la noche... luna mía.

Cuanto volaron tus musas que en silencio
te posaste en la cima de mis días,
de mis versos, de mis noches y de mis algarabías.

De mi fé enfrentada con la vida admitiendo pasiones y volcanes,
de la intriga y mis curiosidades.
Y es tanto mi entusiasmo, mi euforia y mi alegría que se aleja la duda ,
y no hay lugar para apatías.

Y ahora con mi verdad que no se esconde,
sin soberbia cantaré como otros,
cantaré con la fe de mi locura como se ama cada día,
de como el viento parece llamar junto a mi puerta
para entregarme aromas de libertad y de osadías.

Y así acabará mi angustia sumida en la espesura,
desplazando crueldades, injusticias y mentiras.
Me quedaré con el amor colgado de la luna y acompañado siempre de locura.

Aún cuando te lleguen hirientes las palabras,
no hay anclas que resistan tu fe de caminar,
y serán tuyos los pasos que te labras
y tuyas las horas de un nuevo despertar.

Serán tuyas las ansias, tuyo el recuerdo de noches en la almohada
con lagrimas cuajadas de amor y de dolor.

Será tuyo el avance que en vuelo cada día
perfumes en la brisa buscando un arrebol,
se extinguirá la prisa que un día te dejaron
para saber que entonces existe un nuevo amor.

Recibe un beso en tu alma.

SE FUE LA PRIMAVERA

Me dices que quieres volver?... quizá ya no sea bueno

Lo que pasa es que estoy triste y entonces sería vano...
Ya no tengo ilusiones, ni fe
y mi alma es un desierto entre tus manos.

Quizás arrepentida no veas mis tinieblas,
mis ruinas, mis desechos
y es por eso que entonces en mi pecho no encontrarías amor.

Mejor es que te alejes callada y dulcemente,
para que no te hiera el desamor.


Ya el tiempo transcurrió sin que estuvieras,
ya se fueron de mí las primaveras,
y un invierno marchito y solitario
me cansó de esperar a que vinieras

Ya mi alma tan triste y solitaria
parece que la cubre una neblina,
No es preciso mi bien..., sigue tranquila.

Que aun me amas dices? No creas.
Quien sabe si no ves las cicatrices
Que tu ausencia formó sin que me vieras.

De cómo mi alma quedó con sueños rotos,
y mi fe turbada y destrozada.

Ve tranquila... ya de mi alma se fue la primavera.

EL DIA EN QUE YO MUERA

El día en que yo muera no habrá cansancio ni hastío,
Ni sol ardiente, ni sudor en mi frente.

No habré dejado de mirar el bosque
Ni de sentir la lluvia en el tejado. Habré susurrado una canción que suavemente llegará hasta mis hijos como un halo.

El día en que yo muera sentiré más amor por lo que he amado;
Y no sentiré dolor a mi manera, de las cosas fueron y pasaron.


Y volaré el recuerdo de estrellas infinitas brotando de tus dedos y tus manos hija mia.
Volaré por el bosque y las montañas recordando el verdor de tus quehaceres hijo mó.


El día en que yo muera sembraré un pensamiento entre las rocas, y será tales ves, a mi manera, un modo de quererte amada esposa,

Un modo de dejar petrificado el amor que sembraste en mis pupilas, en las ansias benditas de mi boca y las horas felices de mi vida.

Un modo de decirte lo mucho que te amo cuando cierre los ojos prendido de tus manos.

Cuando vuele feliz mi pensamiento por las cosas bonitas que me has dado, por la sombra feliz de tu existencia, por los bellos momentos,
y tu dulce perdón de mis pecados.

Antes de partir, mi Dios! Te pido tiempo, para acabar la melodía que en mis susurros ha sido canto de amor hacia otra gente.

A los niños del mundo que he amado inmensamente.
A sus gritos traviesos que alegraron mi alma y sus besos dorados que besaron mi frente.

A labriegos del campo bajo el sol inclemente, mitigando el sudor que trasudan sus frentes en la lucha infinita.

A los viejos que gimen desamor como un luto en la ausencia y la espera de un amor cualquiera para morder su fruto.

Gracias Señor por tu paciencia, por tu gracia bendita que derramas,
Por tus ojos de luz para mi vida
Y la fuerza infinita que me inspiras.

Por tu amor desplegado en esta tierra
a la gente que anhela y que suspira,
por los ricos, medianos y más chicos
que se bañan de amor en agua viva.

El día en que yo muera, moriré por amor, así es mi vida.

PARA QUE TU ME ENTENDIERAS (carta)

Para que tú me entendieses escribí muchas palabras,
y sin embargo el silenció ayudó.

Para que tú me entendieses, abrí al mundo un paraje
de montañas y de ríos, y también una fuga, una vuelta al recodo del rocío.

Me llené de brisas y luceros;
y andaregueando el monte; desafié soledades y calmé mi sed con agua de tinajeros.

Tú en cambio infeliz vivías los días y un grito de silencios te rodeaba, eras quizá la niña mas deseada en las lagrimas fugases de la almohada.

Para que tú me entendieses plasmé equilibrios de alegrías y tristezas,
te hablé de todo, de todo el amor que conocía.

de las cosas que forman nuestras vidas, de las cosas que en tu infancia hiciste, y del pájaro que en la mano, en confianza come alpiste.

Te amé emotivo con filosofías de impaciencia, y te amó hoy con la madurez del niño que aprende nuevas letras.

Tú me enseñaste el camino, tú me mostraste lo adverso,
y así en tus juegos de niña yo fui aprendiendo los versos,
para mostrarte en mis manos, un lazo de amor paterno
que enjugue en tus pensamientos la brisa de los recuerdos.

Y un fuerte viento cargado de aromas para el presente
Para que cante en tu mente la alegría y la paciencia,
la luz y la templanza, la búsqueda de ti, el amor por la esperanza.
Tu seguridad, tu propio yo,
tu crecimiento interior en aras de algo bello, la confianza.

Esto es vivir con más vivencia, esto es vivir sin desconfianza,
es la fuerza que emancipa, y hoy ya mujer, nos une para vivir mejor.

Ya pasaron las noches y los días
Ya el viento cargado descansó
y hoy tus alas revisten nuevas fuerzas
para marcar el rumbo de los dos.

Sé tú misma en el aire tarareando una canción,
Vuela altiva, vuela airosa, no desmayes en el paso bajo el sol.


Y desde allí calla, calla para que nadie te envidie,
porque tu vida es tan tuya como tu alma y tu fe.

Y cuando escuches al viento gemir junto a tu pecho, dile a tu alma ¡¡despierta!!
Vamos a tomar conciencia, dile a tu cuerpo basta de soñar,
Empina tus miembros y deja que tu sangre recorra alegremente lo que quizá con tu mente quisieras detener.

Llegó la hora del pensar, es la encrucijada del momento,
Se te avecina un mundo que tiene mil encantos,
¡Todo es falso!

Se te avecina un mundo que adormece en el vaivén de las cosas que florecen, son todas nuevas y has de aprender; pero son tuyas. Te pertenecen.

Llegó la hora del pensar y sin embargo me alegro que no pienses.

Has de vivir para aprender, y desde el vuelo azul que hoy te pertenece, valorarás la isla donde la hierva crece, y es allí donde estaré, donde quizá te alegrará encontrarme; y con los lazos de amor que tu formaste se encantará mi alma de mirarte....se encantará mi alma de mirarte.

DESPEDIDA DE AMOR Y DE DOLOR

Despedida de amor y de dolor


Quiero escribir esta vez con voz serena,
tranquilo, ligero, siguiendo el compás del viento,
que no se noten mis huellas en la arena.
Ya no sienten tus venas el impulso de sangre a borbotones,
ya no oyes los cantos de sirenas,
ya se marchan las aves y tras vuelos,
se despiden de amor las almas buenas.

Ya los cantos gimieron en el pecho,
ya corrieron los años y los velos,
y una almohada muy grande y espumosa,
acaricia en las noches mi desvelo.

Ya la mente se aclara cual los ríos,
dejando atrás las aguas turbias de la arena,
ya diviso sus rocas tan profundas,aplastando el amor y toda pena.

Ya comienza el silencio a tomar nombre,
ya no fluyen palabras en el aire,
cuando cerca, mirándonos los ojos,
contenemos la brisa del desaire.
Ya pasaron las noches con sus versos,
con luciérnagas posando sobre hiervas,
y el titilar de la estrella sigue siempre
aún cuando tu no sientas un amor incandescente.

Ya las flores de tu herida, dejan la sangre en el monte,
y hoy cansada y aburrida
con los labios de amor en el recuerdo,
precipitas la lluvia, para ocultar entonces.

Como será el lenguaje de los amores mudos,
Como serán las almas con vestido,
yo sé amar parafraseando,
con el latir del corazón desnudo.

Ayer sopló la brisa un canto nuevo,
un aletear de aves que se alejan,
un sentir de los dos pero con miedo,
de congelar el frío que nos llega.

¡OH! Si tú pudieras contemplar desde mi alma
el paisaje de amor con que te quiero.
Ya no siento el camino de la gloria,
ya no estamos los dos tan frente a frente
pues nos rige la pauta tu memoria.

Ya el bosquejo se esfuma tras el soplo,
ya las noches de amor desarticulan;
todo viento recoge lo que acoplo
y no hay esperanza que nos una.

Ya el mundo de colores que antes te decía,
no es igual que mi alegría,
y el mundo que en las tardes me enloquece,
en las noches de insomnio y de tristeza
dejan caer la lágrima, hermana de la melancolía.

¡Ho! intelectual belleza de amor con que me quieres,
es difícil encontrar por tantos lares,
la bondad de servir como tú eres.
Te despliegas sutil y penetrante,
te enalteces de fe por mis querellas
pero triste quizá lagrimas botes
porque tu amor no da luz como la estrella.

Vivimos juntos un reducto triste un espacio de plantas y de flores,
una jaula de oro con alpiste y un camino de luchas por amores.
Somos savia que inunda paso a paso el camino de espinas de la vida,
somos la brisa de llanto y espinazo para regar el mundo que nos mira.

Quiero enredar mis manos en tus manos,
quiero enlodarte del sucio amor desnudo y loco,
quizá amemos los dos las mismas cosas
y estamos cerca quizás tan solo un poco.

El viento ya gime por las costas,
ya viene cargado de montañas
y este amor grande y sereno se une a él
para encontrar tus brazos.