LA DESPEDIDA

La despedida me fuediciendo adiós
bordando los recodos de
mi alma y apresando mi nostalgia.

Y así prosigue bordando con
susurros toda la gama de
sentimientos que quieren
escapar desde mi pecho para
aletear sonoros en el viento.

Ella me envuelve, me llena de
neblina y me sumerge, mientras
su adiós me inmanta para
seguir sus pasos con lágrimas
de sangre.

Parece que el volver se aleja,

más yo sigo el sendero recordando versos, 
devolviendo el eco para confundirla
y negando ausencia para estremecerla.

Allí estoy con los brazos abiertos para auyentar la soledad,

para renacer y sentirme libre de amar amando hasta la muerte.