AMOR SUBLIME

Tú llegaste allí en el momento
Justo para que el mundo no olvidara los rasgos del amor más sublime.
Ahora entiendo porque Dios hizo la luz como tus ojos

Tu amada mía llenas todos los rincones de mi alma.
Por eso formas el universo
Pletorito de estrellas.

Por eso tu luz enciende mi alma,
Y es tanto el calor con que te amo
que estoy ardiendo en llamaradas


Llamaradas de luz veras un día
para que todo lo que exista
resurja con tu encanto y tu alegría.

confía en mi para sembrar
semillas del mañana, Vamos a trillar la tierra y adornemos
el mundo con sus frutos, tengo canastos que pueden ser llenados,
aromas y flores para el pensamiento
y agua del río para la herida que llegue a tu costado.

Quiero morar tu corazón desnudo,
recostarme en tu vientre y escuchar los murmullos
del beso febril que te hayan dado.

Yo te llevé hasta el mar. No estabas sola
y te llevé en mis brazos
para que tus pies no se quemaran en la arena.

Y tu mi amor que eres salobre,
tibia como la arena de la playa
rodea tu corazón de caracolas,
fluye en la espuma fresca del océano
Para calmar tú sed sin más demora.



Como me agrada que tu alma consagre el pensamiento,
que tus sentidos fluyan al compás del viento.

Quiero unirme a tu sangre
y recorrer el miedo de un instante,
estar en ti para salvarte.

Sentir que me llaman tus palabras humedecidas por el llanto,
o temblar de emoción cuando tu vida es canto.

Mi amor por ti amda mía,
es como velo de estrellas que forman la sustancia.

Por eso en tu sangre formo parte y
En tus sentidos mi amor es expectante.

Como me gustaría nacer entre tus brazos
Y crecer para mirarte anciana.
Ser tu hijo en un abrazo que nunca tenga mañana.

Mi pensar amada mía, siempre descubre el camino hacia ti.
Siempre hay un río de ternuras, un manojo de dulzuras,
y una alegría de quererte así.

Ahora mi bien te siento ilimitada.
Ya mi alma quizá no alcance tu alma.
Ya te acercas tal vez en nebulosas
Y en mis ojos se vierte alguna lágrima.

Pero cuando te veo en la tierra
Muy cerca de las cosas
Mi sangre y tus espigas se tornan primorosas.

Por eso siempre callo cuando espero
Mitigando las horas y el silencio
Pues soy poeta y me muero
Si tu amor no llevo dentro.

Ya el sol bosqueja señales en tus sábanas
Mientras el alba extiende sus afanes de la mañana casi oscura.

Solo nuestras almas saben del pasado
Pues en ellas se tejen las frondas y los versos
Del amor que nos midió.

Por eso yo, navegante del amor eterno, vislumbro en ti el resplandor
Y veo estrellas que siempre te acompañan
Junto al valle tangible de tu voz.

Por eso a ti te he querido desde siempre
Y te he amado desde antaño cada día,
desde que Dios regara la simiente o yo te escribiese poesía.

Antes que tus pies llegaran a la arena
O que tuvieses frío en las tinieblas.

Hay cosas linda mía que forman el misterio;
Tu luz, llegando desde siempre, con ausencia de las sombras.

Tú lo invades todo: la luz de las ventanas y el huerto iluminado,
la claridad de las noches y el verso perfumado.

De tus manos se escapa toda luz
Y el despuntar del día comienza en la punta de tus dedos.
Y tu palabra y tu piel y tus sentidos cubren el espacio.

Ya el tiempo regresa de tus costas, de tu luz y tus encantos,
Ya gime cargado de sorpresas.

Viene contigo desde el infinito con la fuerza de amor resplandecido

Viene hecho sangre y hecho alma, viene cargado de ti hecha mujer.

Y tu mujer estás en el relevo de mis horas mustias las cuales cambiarás para el amor.

Y me llevarás a las alturas donde tendremos mas espacio para mirar el infinito.

Bajaremos a las cumbres y haremos el hechizo, allí recorreremos los ríos y los caminos, juntos buscaremos al hijo de los bosques. Y seremos tres, solo tres como un muro de silencios.

Y entonces el futuro explotará desde tus dedos,
se hará luz y se iluminarán los bosques.
Se expandirá el infinito más allá del infinito,
y seremos tres viajando las estrellas.

Recibe un beso en tu alma