CREPÚSCULO DESVANECIDO


Ya se acerca el momento de la luz sombría,
del aleteo de pájaros buscando hacia los nidos,
del crepúsculo desvanecido.

Y yo transito esta tierra bajo el cielo,
cantando mis poemas desgarrados,
que el viento lleva y trae
con ecos tristes casi mudos.

Soy como el ave pasajera
cristalizando melodías,
y con las alas rotas todavía,
dejo en tus manos los arrullos .

Soy un camino olvidado, y en él, bajo mi árbol
diviso las estrellas,
mientras mi alma en este atardecer,
se viste de nostalgias.

Hundido en el fondo inaccecible de un muro en lejanías, mis manos arañan el vacío,
se desgarra mi alma, sufro, río,
y en este atardecer de un nomeolvides,
recorro en silencio primaveras.

y es que este dolido corazón,
escuchando la música del viento,
revive las heridas, se estrangulan mis huesos ,
y se hunde y me hundo en un silencio.

Y es que esta falta de ruidos desespuma,
la arena tibia donde planto espumas,
donde mis ojos se cierran para imaginarte,
donde el espacio y tiempo se burlan de mi sueño,
sueño en brumas.

Tiempo pasajero que en el aire vuela,
que se lleva mi alma como un río,
mi fe, mis desvaríos,
y estas ganas de amar que en el rocío,
humedecen mi alma... y siento frío.

LETRAS PARA MI ALMA


LETRAS PARA MI ALMA.

Que imaginaria eres amiga de mi entraña,
como me seduces con tus gritos de montañas,
Quien eres, dí legendaria?
De donde viene tú acento?
O eres la esencia de un hada, que multiplica suspiros
impregnados en los versos de alegrías y de lágrimas.

Para mí tú eres la aurora... amanecida y callada
que das la fuerzas de vida con aroma de mañanas,
la que conmigo caminas entre flores y entre espinas
por los caminos del llanto, de la risa y el quebranto.

Para mí tu eres un río donde navego mis velas,
donde navego mis ansias,
donde efímero y viajero me voy buscando horizontes
para curar cicatrices dejadas por la nostalgia.

Para mí eres perfume dejando rastro de olores
y un pañuelo en el que enjugo mis lágrimas y dolores.

Eres cristal que atrapas mi sombra prisionera
dejándo solo el latir para escribir mis primaveras.

Eres un cofre que guarda mis sonidos y silencios,
mis ecos, mis ansias que alucinan,
mis gemidos, mis entregas y mis sueños.

Eres etérea y furtiva
con renuncia, con entrega y despedida.
Eres herida que sangra y también que cicatriza,
eres barco que se aleja y eres barco que regresa.