GRANIZOS
Desterrado y despojado de luz cierro mis ojos para romper silencios y adentrarme en la niebla en que vivo y que trasmuta todo lo mío y todo lo que amo.
Tal vez olvidé mi humanidad y no entendí que mi corazón tan frágil pudiese mitigar tan repentinos fractales.
Tal vez olvidé la mismidad confiada e ilusoria que se pierde en la nada; que las espinas hacen sangrar eternamente.
En un laberinto doy vueltas sin llegada, solo abismos. Es tan profundo el vacío y sin embargo floto en el encierro.
Se proyecta mi cuerpo entre la bruma y solo encuentro silencios.
Apenas susurran mis labios. Apenas pienso; Crepúsculos pasados de tardes olvidadas, llantos, penas de soledad que bajan por todo mí ser.
Como la humedad entre la bruma, como el frío que circula y que hiela mis huesos.
No quiero pensar más en los granizos que caen sobre mi alma, en los anhelos de mi sueño; pues se han ido por el abismo de mis propias manos.
Y en este laberinto siguen mis huellas, la niebla y el granizo, la humedad y la bruma,
mis manos se aferran a mi cuerpo para encontrar esencia y sin embargo sigo flotando en el vacío.
Mis ojos ven auroras cercanas, Quizá renazca con mi muerte el porvenir.
NO PODRÁS ENTENDER
No pude expresar lo que el viento susurraba a mis oídos cuando soplaba las ramas mojadas del invierno en la tarde plomiza de un ocaso.
No puedo murmurar mis sueños mirándote los labios
ni expresar los secretos de mis ojos extraviados en montañas lejanas, cuando mis pies buscan tus huellas tras el laberinto de lunas apagadas.
Pero quizá debí entender que tus deseos se deshilaban como alas heridas sobre las aguas de nuevos horizontes, de nuevas brisas recobrando plumas.
Ya no puedo decir que tu amor y el mío son parte de un espejo, ni podremos mirarnos, los dos, como un reflejo.
Sólo pude cobijarme en tus brazos cansados en una noche contundende de amor, entretejida de paisajes idílicos, junto a un mar con brisa suave como roces de espiga.
Quizá tan soló pueda repetir palabras sin sentido que no te llegarán, que no rozarán tu oido para poder sentir
la brisa de un mar de espumas y el canto de las caracolas.
No podrás entender, ni ver desde mi alma el paisaje de amor con que te quiero.
No puedo murmurar mis sueños mirándote los labios
ni expresar los secretos de mis ojos extraviados en montañas lejanas, cuando mis pies buscan tus huellas tras el laberinto de lunas apagadas.
Pero quizá debí entender que tus deseos se deshilaban como alas heridas sobre las aguas de nuevos horizontes, de nuevas brisas recobrando plumas.
Ya no puedo decir que tu amor y el mío son parte de un espejo, ni podremos mirarnos, los dos, como un reflejo.
Sólo pude cobijarme en tus brazos cansados en una noche contundende de amor, entretejida de paisajes idílicos, junto a un mar con brisa suave como roces de espiga.
Quizá tan soló pueda repetir palabras sin sentido que no te llegarán, que no rozarán tu oido para poder sentir
la brisa de un mar de espumas y el canto de las caracolas.
No podrás entender, ni ver desde mi alma el paisaje de amor con que te quiero.
DEJA UN RASTRO
Deja un poco de tus huellas, de tus sueños e ilusiones y no esta soledad que quema con rescoldos de brazas apagandose.
Deja el aroma de tu piel en los jardines para soñar en la ventana, para sentirte cerca confundida entre las flores. Para sentir que no te has ido.
Deja el aroma de tu piel en los jardines para soñar en la ventana, para sentirte cerca confundida entre las flores. Para sentir que no te has ido.
ENCRUCIJADA
Quizás me vaya por caminos floridos
juntando los recuerdos de verbos consumados
y solo llevaré como vestido el eco casi eterno de tu voz en mi silencio.
Porque más allá de rezos imposibles
dejaré que mis ganas errabundas transiten los días
para salvar el concupiscente tormento
que arrebata el preludio trivial de mis ruegos.
Colocaré a dormitar toda la luz
en el refugio de tus ojos cerrados
y en esa oscuridad haré de tu alma mi aposento.
Crujiran las puertas cerradas de la angustia,
dejaré que nazca la suavidad del rocío
para que se humedezca tu voz lejana
en la fantasía de mi existencia.
Romperé las barreras con mis manos
cuando se junte el crepúsculo y la noche
como el estrépito suave y difuso
en esta desunión sin tu presencia.
Porque en estos fractales de deseos
el ánimo de mis rezos buscara tu cuerpo
se juntará tu ausencia con mis ansias
y el crepitar sonoro desde el viento.
*
De mi libro CAMINOS DEL SILENCIO
Derechos de autor protegidos.
juntando los recuerdos de verbos consumados
y solo llevaré como vestido el eco casi eterno de tu voz en mi silencio.
Porque más allá de rezos imposibles
dejaré que mis ganas errabundas transiten los días
para salvar el concupiscente tormento
que arrebata el preludio trivial de mis ruegos.
Colocaré a dormitar toda la luz
en el refugio de tus ojos cerrados
y en esa oscuridad haré de tu alma mi aposento.
Crujiran las puertas cerradas de la angustia,
dejaré que nazca la suavidad del rocío
para que se humedezca tu voz lejana
en la fantasía de mi existencia.
Romperé las barreras con mis manos
cuando se junte el crepúsculo y la noche
como el estrépito suave y difuso
en esta desunión sin tu presencia.
Porque en estos fractales de deseos
el ánimo de mis rezos buscara tu cuerpo
se juntará tu ausencia con mis ansias
y el crepitar sonoro desde el viento.
*
De mi libro CAMINOS DEL SILENCIO
Derechos de autor protegidos.
TU NOMBRE SE LLAMA AMOR
Tu nombre se llama amor
En las aguas y en el viento
En las sombras de los árboles
...Y expuesto al sol cuando se tibia.
Se llama amor entre las brasas,
En el fluir del río y las tinieblas
En los labios, en mi carne
Y en los rezos sin ti que te recuerdan.
*
De mi libro CAMINOS DEL SILENCIO
Derechos de autor protegidos.
ENSOÑACIÓN
el infinito.
Tu figura despliega presencia, y
ruego al creador te inmortalice.
En este espacio de infindad me muevo evitando ser arrastrado
hacia el abismo y alargo mis brazos para tomar tus manos que
no alcanzo.
Siento el escalofrío de la soledad y a lo lejos una luz
abre senderos donde tus pies danzan canciones lejanas.
Mis ojos se humedecen vertiendo lágimas para calmar la sed,
para calmar la angustia de no hallarte.
*
De mi libro CAMINOS DEL SILENCIODerechos de autor protegidos.
AMOR Y AMISTAD
Que el amor, la amistad y la familiaridad sigan siendo bendición de Dios en tu vida.
BESOS PARA SUS ALMAS.
LA DESPEDIDA
La despedida me fuediciendo adiós
bordando los recodos de
mi alma y apresando mi nostalgia.
Y así prosigue bordando con
susurros toda la gama de
sentimientos que quieren
escapar desde mi pecho para
aletear sonoros en el viento.
Ella me envuelve, me llena de
neblina y me sumerge, mientras
su adiós me inmanta para
seguir sus pasos con lágrimas
de sangre.
Parece que el volver se aleja,
más yo sigo el sendero recordando versos,
devolviendo el eco para confundirla
y negando ausencia para estremecerla.
Allí estoy con los brazos abiertos para auyentar la soledad,
para renacer y sentirme libre de amar amando hasta la muerte.
bordando los recodos de
mi alma y apresando mi nostalgia.
Y así prosigue bordando con
susurros toda la gama de
sentimientos que quieren
escapar desde mi pecho para
aletear sonoros en el viento.
Ella me envuelve, me llena de
neblina y me sumerge, mientras
su adiós me inmanta para
seguir sus pasos con lágrimas
de sangre.
Parece que el volver se aleja,
más yo sigo el sendero recordando versos,
devolviendo el eco para confundirla
y negando ausencia para estremecerla.
Allí estoy con los brazos abiertos para auyentar la soledad,
para renacer y sentirme libre de amar amando hasta la muerte.
TAL VEZ MI AROMA
Tejió la noche en sus rincones un sueño desbordado de ilusiones.
Y fue el amanecer de un mundo nuevo
donde los árboles vistieron de hermosura.
Un amanecer de auroras donde nacieron por doquier cantos de flores
con aromas de pájaros en vuelo.
El viento cabalgó las margenes del río
llevando alforjas con simientes.
Núbiles doncellas dejaron su olor de celo y dehiscentes se abrieron sus petalos al viento.
Entonces el aire se llenó de olores, de aceites,de bálsamos.
Se llenaron de cáscaras los nidos y las cunas plañeron sus gemidos.
Tejió la noche en sus rincones un sueño desbordado de ilusiones y al amanecer tal vez mi aroma como pájaro en vuelo
se pose entre tus ramas.
CUANDO TÚ ME NECESITES
Cuando tú me necesites
tal vez en dias de lluvia
tal vez en un verano.
Muy franco te daré mi mano
y sin saber como reacciona tu alma
allí estaré con mi sonrisa.
Allí estaré para mirarte
y dejarte caricias con mis ojos,
para escuchar de tus labios las palabras
que formen puente entre dos almas.
Cuando tú me necesites bella amiga
allí estaré como tu sombra.
tal vez en dias de lluvia
tal vez en un verano.
Muy franco te daré mi mano
y sin saber como reacciona tu alma
allí estaré con mi sonrisa.
Allí estaré para mirarte
y dejarte caricias con mis ojos,
para escuchar de tus labios las palabras
que formen puente entre dos almas.
Cuando tú me necesites bella amiga
allí estaré como tu sombra.
LLORANDO A SOLAS
Ya caída la tarde,
cuando el padre sol se oculta tras el cerro,
mi mente soñadora se presta a dialogar contigo.
Larga como la sombra de la noche
será esta última, querida amada mía,
y en ella encontrarás reflejos de otros días.
Del amor que juraste no habrá olvido,
y al hombre que dijiste serás mío.
Metido en tus promesas voy buscando el cariño de esos días,
y vuelvo a ver la bella del ayer
y el castillo de amor que prometía.
No quisiera destrozar sueños ajenos
forjados al calor de amor tardío,
que has querido ofrecer sin ser olvido a tu mente y corazón,
del que quieres y siempre tú has querido.
Soy yo, yo mismo, el que te ama de antaño todavía, -
quien te ve diferente?
¡Ah! Cabecilla loca, alma pueril y vana,
que eternizar pretendes la abrileña mañana
y detener el tiempo con tu manita leve.
Ni con todos tus soles derretirás esta nieve.
Ya me voy, ya me vuelvo a mi sombra,
a mi oscuro cuchitril donde puedo llorar,
donde puedo gritar un poco
sin que me asalte el miedo de ser cursi.
Tengo el corazón enfermo de un ominoso mal.
mis días transcurren en un mar de melancolía,
y en mis noches de inconformidad
no queda espacio para la esperanza.
cuando el padre sol se oculta tras el cerro,
mi mente soñadora se presta a dialogar contigo.
Larga como la sombra de la noche
será esta última, querida amada mía,
y en ella encontrarás reflejos de otros días.
Del amor que juraste no habrá olvido,
y al hombre que dijiste serás mío.
Metido en tus promesas voy buscando el cariño de esos días,
y vuelvo a ver la bella del ayer
y el castillo de amor que prometía.
No quisiera destrozar sueños ajenos
forjados al calor de amor tardío,
que has querido ofrecer sin ser olvido a tu mente y corazón,
del que quieres y siempre tú has querido.
Soy yo, yo mismo, el que te ama de antaño todavía, -
quien te ve diferente?
¡Ah! Cabecilla loca, alma pueril y vana,
que eternizar pretendes la abrileña mañana
y detener el tiempo con tu manita leve.
Ni con todos tus soles derretirás esta nieve.
Ya me voy, ya me vuelvo a mi sombra,
a mi oscuro cuchitril donde puedo llorar,
donde puedo gritar un poco
sin que me asalte el miedo de ser cursi.
Tengo el corazón enfermo de un ominoso mal.
mis días transcurren en un mar de melancolía,
y en mis noches de inconformidad
no queda espacio para la esperanza.
COMO UN CANTO
Alzo mi ser como espíritu que vuela
para adentrar mi alma en los recodos,
para avivar mis sentidos en los bostezos
para hurgar las sombras y la niebla.
Entronizo mi canto en manantiales
para extraer los fluidos llenos de oro, de luz y de silencios
que habitan en las almas cubiertas de neblinas.
Almas sensibles que como un río
fecundan las orillas y nos dejan el frescor y sus murmullos,
en los anchos espacios de la vida.
Vuelo los senderos que dejan las palabras
para embriagarme en el asombro de caminos lejanos,
de esteros y desiertos bañados por las alas de bellas
mariposas.
Allí donde se deja oír la honda y susurrante voz
de amantes-hombres y mujeres que en el espejo reflejan
sus destinos, sus denuedos y sus ansias.
Donde el viento también canta sobre montañas y lagos
paisajes de mi mundo con sueños y olvidos.
Los días lluviosos con tejer de lanas mientras los cristales
dejan rodar sus lágrimas en gotas.
Donde la lluvia y su sonido, acuna como siempre, desde
los tiempos más remotos la misma estancia donde dejó de
flamear la chimenea y solo queda el rescoldo humeante de
brazas apagándose.
Donde la palabra camina sobre el misterio desnudo de
pieles que se aman y se vuelve luz, tristeza y añoranza
derramando como lluvia el alegrar de cada amanecer,
donde se respira el aire del tiempo como un crisol que
integra las canciones de las nuevas mañanas en esta
eternidad en la que vivo y destilo mi canto de poesía que
humaniza y nos hace milagro.
para adentrar mi alma en los recodos,
para avivar mis sentidos en los bostezos
para hurgar las sombras y la niebla.
Entronizo mi canto en manantiales
para extraer los fluidos llenos de oro, de luz y de silencios
que habitan en las almas cubiertas de neblinas.
Almas sensibles que como un río
fecundan las orillas y nos dejan el frescor y sus murmullos,
en los anchos espacios de la vida.
Vuelo los senderos que dejan las palabras
para embriagarme en el asombro de caminos lejanos,
de esteros y desiertos bañados por las alas de bellas
mariposas.
Allí donde se deja oír la honda y susurrante voz
de amantes-hombres y mujeres que en el espejo reflejan
sus destinos, sus denuedos y sus ansias.
Donde el viento también canta sobre montañas y lagos
paisajes de mi mundo con sueños y olvidos.
Los días lluviosos con tejer de lanas mientras los cristales
dejan rodar sus lágrimas en gotas.
Donde la lluvia y su sonido, acuna como siempre, desde
los tiempos más remotos la misma estancia donde dejó de
flamear la chimenea y solo queda el rescoldo humeante de
brazas apagándose.
Donde la palabra camina sobre el misterio desnudo de
pieles que se aman y se vuelve luz, tristeza y añoranza
derramando como lluvia el alegrar de cada amanecer,
donde se respira el aire del tiempo como un crisol que
integra las canciones de las nuevas mañanas en esta
eternidad en la que vivo y destilo mi canto de poesía que
humaniza y nos hace milagro.
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