La pinta azul que te dio el cielo
formó el color y brillo de tus ojos,
y el tapiz de tu piel clara morena
te envidió el mar desde la arena.
Trasudó el cuerpo tu calor de sol y se contornó bella tu figura
fue como estar metido en la penumbra cálida y suave,
que excita tu hermosura.
Rodamos juntos con la sal y arena
con besos sucios de salobre llenos
salían quejidos del amor que enjuta
alientos grandes con sabor del bueno.
Quedamos quietos, tendidos junto al mar
algunas aves rondaron nuestros cuerpos
pues fuimos presos del amor y del amar.
Un beso para tu alma.
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