el infinito.
Tu figura despliega presencia, y
ruego al creador te inmortalice.
En este espacio de infindad me muevo evitando ser arrastrado
hacia el abismo y alargo mis brazos para tomar tus manos que
no alcanzo.
Siento el escalofrío de la soledad y a lo lejos una luz
abre senderos donde tus pies danzan canciones lejanas.
Mis ojos se humedecen vertiendo lágimas para calmar la sed,
para calmar la angustia de no hallarte.
*
De mi libro CAMINOS DEL SILENCIODerechos de autor protegidos.